La mayoría de los residentes de Chicago no cree que el despliegue de la Guardia Nacional sea una solución al crimen en la ciudad, según los resultados de una encuesta reciente.
Según una encuesta de ChicagoSpeaks realizada por NORC en la Universidad de Chicago, el 56% de los habitantes de Chicago cree que utilizar el ejército y la Guardia Nacional de Estados Unidos para ayudar a la policía local es inaceptable, mientras que el 66% de los habitantes de Chicago encuestados se opone a que se utilice el ejército y la Guardia Nacional para ayudar en las deportaciones.
Los resultados de la encuesta se producen en un momento en que la jueza federal de distrito April Perry prohibió, el 9 de octubre, la federalización y el despliegue de la Guardia Nacional en Illinois durante al menos 14 días. El presidente Donald Trump había autorizado previamente el despliegue de 300 efectivos de la Guardia Nacional de Illinois el 4 de octubre, a los que posteriormente se unieron 200 efectivos de Texas y 14 de California.
La Guardia Nacional se desplegó en Chicago en medio de la campaña de deportación de la administración Trump en la ciudad, iniciada a principios de septiembre. El despliegue de la Guardia Nacional se debió a los continuos disturbios violentos y la anarquía, según la portavoz de la Casa Blanca, Abigail Jackson, que líderes locales como Pritzker se han negado a intervenir para sofocar.
Pero Perry dijo que la “percepción de los acontecimientos” que tiene la administración Trump en la ciudad “simplemente no es confiable”, y afirmó que no había visto “ninguna evidencia creíble de que exista peligro de rebelión en el estado de Illinois”.
La encuesta también reveló que la mayoría de los habitantes de Chicago considera la delincuencia un problema en su ciudad, pero que la mayoría no cree que la intervención federal sea la solución. De los encuestados, el 71 % considera que la delincuencia es un problema grave en la ciudad en general, y el 42 % lo considera un problema grave en su propio vecindario.
A pesar de este sentimiento, el 69% de los habitantes de Chicago cree que es inaceptable que el ejército estadounidense o la Guardia Nacional tomen el control de los departamentos de policía locales.
Pero aunque la mayoría de los habitantes de Chicago se oponen al uso del ejército o de la Guardia Nacional por parte del gobierno federal con fines policiales, las encuestas encontraron una marcada división partidista entre los habitantes de Chicago.
La encuesta, que se realizó del 16 al 29 de septiembre, antes del despliegue de la Guardia Nacional, encontró que los republicanos eran más propensos que los demócratas a apoyar la intervención federal.
De los republicanos encuestados, el 79% apoya que la Guardia Nacional y el ejército estadounidense ayuden en los esfuerzos de deportación en la ciudad, mientras que el 84% de los demócratas se opone a la intervención federal en la campaña de deportación.
De manera similar, el 70% de los demócratas se oponen a que el ejército y la Guardia Nacional ayuden a la policía local, mientras que el 78% de los republicanos lo consideran aceptable.
La encuesta de ChicagoSpeaks, realizada a 1361 adultos, se realizó utilizando una muestra extraída del Panel ChicagoSpeaks probabilístico de NORC, diseñado para ser representativo de la población de Chicago. El margen de error muestral fue de ±3,7 puntos porcentuales.
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