Después de meses de debates, maniobras y disensos, el Ayuntamiento de Chicago aprobó un presupuesto de 16.700 millones de dólares, aunque no todos están satisfechos.
El consejo aprobó el llamado presupuesto alternativo por 29 votos a favor y 19 en contra. El plan cierra un déficit presupuestario de casi 1.200 millones de dólares al legalizar las terminales de videojuegos en bares y restaurantes, permitir a la ciudad vender deudas a cobradores e implementar varias nuevas medidas de recaudación de ingresos, incluyendo un impuesto a la computación en la nube.
Lo que sabemos:
La votación se produjo tras un intento de última hora del alcalde Brandon Johnson de reintroducir un impuesto per cápita corporativo de 33 dólares que se aplicaría a las empresas más grandes de Chicago. Esa propuesta fue rechazada. Johnson no dijo inmediatamente si firmaría el presupuesto
Las reacciones llegaron desde toda la ciudad el viernes.
La Asociación de Fabricantes de Illinois elogió a los concejales por oponerse al impuesto de capitación corporativo, pero dijo que el presupuesto final estaba “lejos de ser perfecto”.
La Cámara de Comercio de Chicagoland dijo que el plan es una mejora respecto de la propuesta del alcalde pero aún coloca una parte desproporcionada de los nuevos impuestos sobre las empresas.
“Ambos presupuestos son sumamente difíciles para las empresas de Chicago”, dijo Carl Gutiérrez, de la cámara. “Ambos presupuestos hacen que las empresas asuman más riesgos, con una proporción de 4 a 1. Pero estos presupuestos representan opciones, mientras que la alternativa mira hacia el futuro. Por difícil que sea, la otra construye su casa sobre arena”.
Al presupuesto le faltan cinco votos para alcanzar una mayoría a prueba de veto, lo que significa que volvería al Ayuntamiento para un mayor debate si el alcalde lo rechaza.
¿Qué sigue?
Se espera que el alcalde Johnson hable con los medios el viernes por la tarde después de la votación
