Brandon Johnson, alcalde de Chicago, reconoció estar molesto con Greg Abbott, gobernador de Texas, después de que, gracias a su patrocinio, decenas de indocumentados han comenzado a arribar vía aérea al norte del país de manera desordenada, lo cual agrava la crisis humanitaria.
Los inmigrantes ilegales están llegando a Chicago en vuelos procedentes de Texas en respuesta al incremento de las sanciones dirigidas a las compañías de autobuses que estaban dejando a muchos inmigrantes antes de ingresar a la ciudad y sin presentar la documentación adecuada.
De acuerdo con información dada a conocer por las autoridades de Chicago, se calcula que desde finales del año pasado cerca de 26 mil inmigrantes se han desplazado hasta el estado a través de autobuses; en tanto que otros 4,200 lo hicieron por avión.
El demócrata nacido en Elgin, Illinois, reprobó la campaña orquestada por el mandatario texano para presionar al gobierno federal para reforzar la seguridad en la frontera con México. “Lo que está haciendo el gobernador Abbott es, francamente, imprudente. Enviar autobuses a todo el estado de Illinois y a todo el país es peligroso”, indicó.
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