El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, no vetará el presupuesto de la ciudad, pero tampoco lo firmará

El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, anunció el martes que no vetará un plan de presupuesto alternativo aprobado por el Ayuntamiento durante el fin de semana, pero tampoco lo firmará.

En medio de preocupaciones de que vetaría la propuesta, Johnson anunció que no vetaría ni firmaría la medida pocos días antes de la fecha límite de fin de año que podría haber forzado un cierre del gobierno en Chicago.

“Hoy quiero anunciar que no vetaré el presupuesto aprobado por el Ayuntamiento de Chicago. No firmaré el presupuesto tal como se presentó”, declaró el alcalde en un comunicado. “En este momento, no añadiré el riesgo y la especulación de un cierre gubernamental a las profundas preocupaciones que enfrentan los habitantes de Chicago”.

Sin su firma, el presupuesto entrará en vigor por defecto cinco días hábiles después de su aprobación, o el 1 de enero.

Si bien no firmó el presupuesto el martes, Johnson sí firmó dos órdenes ejecutivas: una dirigida al gasto de horas extras de la policía y otra que prohíbe la venta de deuda médica.

Los concejales de Chicago asestaron un golpe a la administración de Johnson el sábado al aprobar, en una medida poco común, una propuesta alternativa que omite una parte central de su plan: un impuesto de capitación para las empresas más grandes de la ciudad.

El Ayuntamiento de Chicago aprobó la medida por 30 votos a 18 después de horas de debate en la cámara.

Si Johnson hubiera vetado el presupuesto, los concejales necesitarían 34 votos para anularlo, o la ciudad se habría enfrentado a la posibilidad de un cierre de cara a 2026.

A pesar de su aprobación, Johnson expresó su oposición al presupuesto alternativo y compartió sus preocupaciones sobre el aumento en la recaudación de deudas que implica la propuesta, a la que calificó de “moralmente en bancarrota”.

La contrapropuesta incluye la venta de $100 millones en deuda impaga, lo que permitiría recuperar $89 millones para ayudar a la ciudad a reducir su déficit. Johnson y sus partidarios se han opuesto a la medida, alegando que perjudica injustamente a los trabajadores.

Según el presupuesto propuesto por Johnson, la ciudad habría acumulado una deuda de 113 millones de dólares.

Durante semanas, una coalición de concejales se opuso al plan del alcalde, que incluye un impuesto per cápita dirigido a las corporaciones. Algunos concejales han argumentado que el impuesto eliminaría empleos.

El presupuesto alternativo aprobado el sábado no incluye el impuesto por persona, pero busca obtener ingresos mediante el aumento de los impuestos sobre las bolsas, los viajes compartidos y la venta de bebidas alcohólicas. También permitiría los videojuegos en restaurantes. Los concejales afirmaron que su presupuesto mantiene el 98% del plan original del alcalde, y este se mantiene en contra del 2% restante.

Los concejales admitieron que el presupuesto no es perfecto, pero dijeron que su propuesta empujará a la ciudad en la dirección correcta y evitará una posible rebaja crediticia.

“Nuestro objetivo desde el inicio de este proceso fue aprobar un presupuesto que no destruyera empleos en un momento en que la ciudad enfrenta su peor pronóstico desde la COVID-19”, declaró el concejal Sam Nugent, del Distrito 39 de la ciudad.

Compartir
Editor
Editor