Este jueves, las fuerzas de la coalición internacional lideradas por Estados Unidos llevaron a cabo un ataque con dron en el centro de Bagdad, Irak, resultando en la muerte de un alto mando de una milicia respaldada por Irán, aunque nominalmente dependiente del ejército iraquí.
El ataque con dron, dirigido en el centro de Bagdad, tuvo como objetivo a un alto mando de una milicia, pero no se proporcionaron detalles precisos sobre la identidad del objetivo ni de la milicia a la que pertenece.
El Gobierno iraquí, a través de la oficina del primer ministro Mohammed Shia al Sudani, condenó el ataque, calificándolo como una “peligrosa escalada”. Este incidente aumenta la presión sobre la presencia de tropas estadounidenses en Irak, ya bajo escrutinio y objeto de demandas de retirada.
La acción se produce en un contexto regional tenso, coincidiendo con la brutal ofensiva militar de Israel en Gaza, y aumenta la complejidad de las dinámicas geopolíticas en la región. Este incidente intensifica las presiones para la retirada de las tropas estadounidenses de Irak, una cuestión que ha sido objeto de debate y tensiones en el pasado.
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