El calor y la humedad extremos se apoderarán de Chicago esta semana.
Se espera que el índice de calor alcance este miércoles entre 105 y 115 grados en el área metropolitana, según el Servicio Meteorológico
La puesta de sol no traerá mucho alivio; es probable que las temperaturas se mantengan por encima de los 90 grados hasta la noche.
Pero no esperen que se rompan récords de temperatura, dijo Gino Izzi, meteorólogo de la oficina del Servicio Meteorológico Nacional (NWS) en Romeoville.
“Será desagradable, incómodo y quizás peligroso”, destacó Izzi. Pero esto es bastante normal para esta época del año.
En lo que va de la temporada, dos personas han muerto, en parte, por el calor, según la Oficina del Médico Forense del Condado de Cook. A principios de este mes, la Municipalidad conmemoró el 30.º aniversario de una ola de calor mortal que cobró la vida de más de 700 personas.
El jueves también será caluroso y húmedo, con un índice de calor (la temperatura que siente el cuerpo humano cuando se combina la humedad relativa con la temperatura del aire) superior a 100 grados. Sin embargo, la posibilidad de nubes, lluvias y tormentas eléctricas podría ayudar a mantener las temperaturas más bajas que las del miércoles, dijo Izzi.
El calor persiste por la noche en la ciudad porque el concreto absorbe el calor durante el día y lo disipa por la noche después de la puesta del sol, explicó Izzi. Esto hace que las temperaturas sean más altas en la ciudad por la noche en comparación con los suburbios, donde hay más espacios verdes.
“Lo llamamos la isla de calor urbana”, detalló Izzi. “No es algo inusual en Chicago”.
Se recomienda evitar actividades extenuantes, tomar descansos en un espacio fresco y con aire acondicionado siempre que sea posible y beber mucha agua, destacó Izzi. También recomienda estar al tanto de los vecinos y familiares mayores, especialmente si viven sin aire acondicionado. Los residentes de Chicago pueden llamar al 311 para una revisión de bienestar si están preocupados por un ser querido.
Los niños, las mujeres embarazadas y cualquier persona con una enfermedad crónica también son vulnerables al calor intenso. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los síntomas de un golpe de calor incluyen piel caliente y seca o sudoración profusa, confusión, dificultad para hablar, pérdida del conocimiento, convulsiones y fiebre muy alta.
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